lunes, 21 de junio de 2010

La sociedad como un actor dinámico


Mariano Huizar

Los habitantes de México ya no pueden estar a la espera de que el gobierno resuelva todos y cada uno de sus problemas, tratando de lidiar con la aplicación de políticas públicas que verán su luz en el largo plazo. Pero esto no es debido a la pasividad de nuestros gobernantes, sino que ellos, por sí solos, no pueden atender las particularidades de cada uno de los habitantes, ellos atienden a lo macro, más aún lo regional y sería una pérdida de recursos y de tiempo que la sociedad se quede pasiva para que le resuelvan sus problemas individuales y más aún de manera inmediata. De aquí es que surgen iniciativas como la que en los últimos días se han venido promocionando, la llamada “Iniciativa México” pero no es la única que existe, hay muchas otras más que igualmente se preocupan por atender a la sociedad civil y conformados por la misma en temas tan diversos que van desde el medio ambiente como es el caso de Greenpeace hasta la rehabilitación de personas con problemas emocionales como los Alcohólicos Anónimos, donde si el gobierno interviniese en todos los casos particulares por medio de un enfoque netamente social, indiscutiblemente careceríamos de la infraestructura necesaria para atraer inversiones y emplear a los insatisfechos ciudadanos, dicho de otro modo, cada cual tiene su papel y el de la sociedad civil es el de organizarse para cubrir todo espacio no cubierto por el gobierno, en vez de esperar una respuesta por parte de el mismo y es por esto que todas estas organizaciones tratan de aportar su esfuerzo y habilidades a temas en lo que el gobierno no tiene injerencia o no está enfocada, más burdamente, necesitan de una mano.

Es de esta forma que surge Iniciativa México, un proyecto nacional que trata de reconocer los esfuerzos de todas aquellas personas, instituciones y organizaciones que realizan alguna labor social o ecológica que impacte positivamente en su entorno, las cuales serán reconocidas, se les capacitará y se les dará un apoyo económico por parte de las empresas privadas involucradas. Esta iniciativa es más notoria gracias a la participación y el apoyo brindado por los medios masivos de comunicación, quienes dejando a un lado sus diferencias de mercado, han optado por unirse en esta iniciativa al darle difusión al proyecto.

Este proyecto no solo invita a estos tres agentes (personas, instituciones y organizaciones) a que se sumen a generar iniciativas, sino que plantea un sistema de incentivos (reconocimiento, capacitación y fondos) con la finalidad de que aún más agentes se sumen a este gran proyecto. Lamentablemente esta iniciativa tuvo que esperar a que sea “un año clave”, esperemos que iniciativas similares salgan más pronto y no tener que esperar otros cien años para verlas nacer, como es el caso de generar más ciudades del conocimiento basadas en alta tecnología y tecnologías verdes, gestadas para y por la sociedad civil y apoyadas por el estado, lo que indudablemente no se debe dejar únicamente al estado, una vez que esta conciencia se implante en la mente de los mexicanos, será tiempo de emprender acciones aún más ambiciosas y pasar de ser una sociedad civil predominantemente estática y cobijada por el estado a ser una sociedad predominantemente dinámica, consciente de su papel en la economía mexicana y que actúa en consecuencia.