domingo, 18 de octubre de 2009

La rendición de cuentas es la solución

Si tenemos políticos que hacen lo que quieren es porque lo hemos permitido. Hemos visto que los gobernantes aprovechan que tienen fuero constitucional para cumplir sus deseos. Tomar la cámara de diputados, aparecer borrachos en la vía pública, filmar películas para adultos, romper los vidrios su oficina, u organizar marchas por todo el país son sólo algunos de los actos poco profesionales que hacen estos personajes.

La realidad es que ellos pueden tomar todas esas decisiones porque no hay quién los limite. Tienen fuero constitucional y aunque incumplan las leyes permanecerán en su cargo hasta que se termine su periodo. No podemos olvidar a Félix Salgado Macedonio quien apareció en la vía pública borracho en varias ocasiones; Pancho Cachondo se hizo famoso por asistir a lugares para adultos y hacer declaraciones explícitas sobre su comportamiento sexual; Andrés Manuel López Obrador causó pérdidas por 50 millones de pesos durante el tiempo que duró el paro que hizo en la avenida Reforma en la Ciudad de México; o qué decir del buen Juanito que hace unos meses ganó la jefatura delegacional de Iztapalapa e hizo múltiples apariciones públicas, algunas veces desnudo, algunas otras incitando a la violencia. Lo peor es que se lanzó a ese cargo sabiendo que lo dejaría.

Todos estos personajes hacen esas barbaridades porque no pueden perder su trabajo. Si se portan mal, no pasa nada e incluso nadie puede mandarlos a la cárcel ni mucho menos quitarles su cargo. Lo peor es que ni siquiera existen incentivos para cumplir con su trabajo con altos estándares de calidad. En México no es legal la reelección, la cual es considerada una propuesta viable para garantizar que los políticos se esforzarán para continuar en su cargo. Es necesario que lo consideremos como una propuesta seria, pues ha dado buenos resultados en otros países.
Si queremos empezar a mejorar los sistemas de rendición de cuentas debemos poner más énfasis en la administración local, no en la federal. A nivel federal ya existen candados para evitar la corrupción pero no a nivel estatal ni municipal. De hecho, hemos visto que en los últimos años hay presidentes municipales que ganan sueldos superiores a los 120 mil pesos, es decir, mucho mayores cantidades a las que reciben los diputados federales. Esto se debe a que los alcaldes pueden decidir su sueldo e incluso administrar los bienes como ellos deseen.

En las últimas dos décadas México se ha propuesto aumentar el gasto en nivel local para que los recursos se usen en lo que directamente necesita la gente, pero no se ha hecho nada por aumentar la vigilancia. En 1990 el 66%del gasto que se realizaba en el país lo hacía el gobierno federal mientras que el 34% restante lo hacían los gobiernos locales. Hoy en día la autoridad federal gasta el 43% mientras que la mayor parte del dinero lo gastan los gobiernos locales aún cuando estos tienen nulos sistemas de rendición de cuentas.

De acuerdo con el Instituto Mexicano de la Competitividad del 2001 al 2006 aumentó en un 43% el gasto de los gobiernos estatales en el país, y de hecho creció en un 34% el gasto en servicios personales, es decir, en gasto en burócratas y en prestaciones.

Para el caso de los gobiernos municipales hay estadísticas similares. En el mismo periodo de tiempo ha aumentado en un 53% el gasto de este nivel de gobierno en todo el país y en un 69%el gasto en servicios personales.

Lo que hice en el municipio de Tlalnepantla en el Estado de México fue dar seguimiento a la diputada local durante los últimos tres años. En la preparatoria hicimos el proyecto de anotar las promesas que la diputada hizo al inicio de su periodo, y de hecho la visitamos varias veces durante los últimos tres años para exigirle que cumpliera su palabra. Cuando terminó hicimos una lista de todas las cosas que no cumplió y de sus irresponsabilidades, como haber sido la diputada con más faltas a las sesiones de la cámara de diputados local. En las elecciones de julio pasado quiso lanzarse para senadora por el Estado de México, pero mis amigos y yo nos dimos a la tarea de publicar en varias revistas y medios de información todas sus irregularidades. Afortunadamente no la seleccionaron para esa candidatura.

Invito a todos los lectores a desarrollar un proyecto similar. Adopten a su diputado local o presidente municipal, den seguimiento a todo lo que él promete, y si no lo hace exíjanle que cumpla su palabra. Si no lo hace, encárguense de ejercer presión cuando quiera lanzarse a otro cargo público. Es un pequeño paso, pero hasta que los políticos no tengan consecuencias por sus actos no llegaremos a ningún lado. La sociedad civil debe impulsar estas medidas.

-José Antonio Bruni Villaseñor

Tiempos de crisis requieren medidas críticas

Por todos lados se comenta que el Paquete Económico para el ejercicio fiscal del 2010 es una dura medida contra los mexicanos, no sólo porque afectará su bolsillo sino porque también dejará a muchos sin la posibilidad de crecer entre los estratos sociales. Sin embargo, podemos cuestionar esas aseveraciones.

Es bien sabido que la población mexicana tiende a quejarse inmediatamente ante un aumento de impuestos o ante medidas que toman los gobernantes sin consultar al pueblo. Lo sé. A nadie le gusta pagar los impuestos, pero por ello analizaremos brevemente por qué el Paquete Económico para este 2010 es una medida no sólo adecuada sino también justificada para sobrevivir estos tiempos de crisis.

En primer lugar México se enfrentará en 2010 al peor déficit fiscal en los últimos 30 años con 300 mil millones de pesos que faltan de las arcas públicas. En segundo lugar, el desempleo ya ha superado más del 6.5%, nivel sólo superado por las condiciones que atravesó nuestro país en la crisis de 1995. En tercer lugar, los derivados que la Secretaría de Hacienda compró para vender nuestro petróleo a 70 dólares por barril están por caducar; durante el 2010 nos tendremos que conformar con vender nuestro crudo en un precio que oscilará alrededor de los 50 dólares. Son demasiadas las condiciones negativas que atraviesa nuestro país como para pensar que no habrá una respuesta impositiva por parte del Estado.

Ahora bien, el Paquete Económico considera entre sus medidas ampliar la base de contribuyentes y simplificar el pago de impuestos, que si bien no es una reforma fiscal contundente es un gran paso para asegurar que el gobierno recaude dinero de aquellos que nunca han pagado. De hecho, José Antonio Ardavín, director interino del Centro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en México para América Latina, comentó que el Paquete Económico es ejemplo para otros países pues pone penas más severas para quienes evadan impuestos y establece mecanismos más estrictos para encontrar a los evasores.

Por otro lado, NINGUNO de los impuestos establecidos en el Paquete Económico afecta a las clases más pobres del país. Ni siquiera el impuesto a los alimentos y a las medicinas lo hace. Los más pobres serán quienes recibirán de manera íntegra el apoyo económico recaudado por estos impuestos por lo que, de antemano, no serán ellos quienes tengan que sufrirlo. Además, es bien sabido que las clases más pobres del país ni siquiera compran medicinas pues les son proporcionadas a través de programas sociales. Si acaso será la clase media quien pague en mayor medida este impuesto, pues a ellos nadie les retribuirá lo gastado.

Aún así, el 2% es una cantidad que la clase media sí puede pagar de acuerdo con estudios realizados por la Secretaría de Hacienda. Suponiendo que una medicina tiene un costo de mil pesos, el paciente pagará sólo 20 pesos más para adquirirla, lo cual sí se puede pagar por parte de una familia de clase media considerando que además puede adquirir el medicamento en farmacias o sucursales de genéricos o similares, que es donde generalmente acuden.

Seguramente estás pensando que esos 20 pesos pueden servir para comprar dos kilogramos de tortillas; ese costo de oportunidad es válido para una familia pobre, pero no para los integrantes de las clases medias.

Por lo que resta de los impuestos, estos están destinados a las clases más favorecidas. La mitad de los gastos en telecomunicaciones lo hacen el 20% de las familias más ricas y de hecho no se afecta a aquellos hogares con menos ingresos.

Por otro lado, se grava el alcohol, el tabaco y los juegos y sorteos, lo cual es un bien que preferentemente no debe consumir la población.

Estos costos de oportunidad bien valen la pena para ayudar a sacar adelante al país. Estamos atravesando por la peor crisis económica desde 1995 y es hora de apretarse el cinturón. Hemos visto que el gobierno lo ha hecho con el recorte de una gran cantidad de burócratas y con la eliminación de algunas secretarías. También la población debe poner de su parte y demostrar de nuevo que juntos podemos sacar a México adelante.

-Mónica Pérez Mora

Que ellos paguen los platos rotos

México vivió una época de estabilidad macroeconómica del 2001 al 2007; se registraron excedentes acumulados de 1.6 billones de pesos por la venta del petróleo y el ingreso tributario reportado en 2007 fue casi del 100% superior al de 2001. En toda América Latina sucedió algo similar, lo que se conoció como época de estabilidad macroeconómica. Entonces, ¿por qué la crisis está dejando cada día a más gente pobre en la región?


Es fácil recordar que durante el tiempo de Vicente Fox el tiempo de cambio nunca sobrepasó los 11 pesos y pocas veces se colocó debajo del os 9 pesos. Los excedentes en las reservas internacionales alcanzaron los 80 mil millones de dólares, lo suficiente para pagar la deuda externa y aún quedarse con un guardadito para cualquier crisis o desastre natural. En América Latina el comercio internacional casi se duplicó, y en el panorama internacional entraron nuevos agentes, como China, y el mundo por primera vez aumentó el gasto en seguridad pública internacional ante los tremendos atentados terroristas a Estados Unidos, Inglaterra y España. Eran otros tiempos.


Ahora México no sabe cómo conseguirá 300 mil millones de pesos para financiar sus actividades de 2010. Si tan sólo nuestros gobernantes se hubieran preocupado por ahorrar una cuarta parte de los excedentes originados por la venta de petróleo durante la primera mitad de la década, viviríamos otra historia. El aumento en los impuestos no sería necesario y no hubiésemos sido testigos de la eliminación de la Secretaría de Turismo, por ejemplo. ¿A dónde se fue todo ese dinero?


Pues resulta que a nuestros queridos diputados y senadores se les ocurrió aumentar sin razón alguna la cantidad de burócratas en el gobierno federal durante todo ese tiempo. Era ridícula la cantidad de viáticos que se otorgaban, desde visitas personales al Papa hasta fiestas millonarias por haber aprobado “a tiempo” un presupuesto económico de la federación. Las prestaciones en servicios de transporte y telecomunicaciones aumentaron en un 50% y el gasto en los gobiernos estatales y municipales aumentó en un 30% descontando los efectos del aumento en la producción nacional. Es decir, los gobernantes despilfarraron lo que tenían mientras el país continuaba con tasas del 50% de pobreza.


Entonces, ¿es justo que los más pobres paguemos los platos rotos? El Paquete Económico del 2010 establece un incremento del 2% en alimentos y medicinas. Los pobres ya están expuestos a suficientes condiciones de insalubridad que el gobierno debería cumplir como para que además les cobren impuestos por algo tan básico como el pan que se llevan todos los días a la boca.
Por si fuera poco, los gobernantes no están poniendo de su parte para salir de esta crisis. Los partidos políticos fueron la ÚNICA institución del Estado mexicano que NO disminuirá su presupuesto para el ejercicio fiscal del 2010. Es decir, TODOS los partidos políticos recibirán más dinero el próximo año para sus actividades de propaganda y administración interna. ¿Por qué? Pues porque por ley ellos reciben dinero según el número de electores inscritos en el padrón electoral, sin importar si el país se encuentra en crisis o en medio de un desastre natural. Es decir, puede haber cada día más pobres y no por ello los partidos políticos recibirán menos dinero.


Es bien cierto que la crisis que atraviesa México es culpa de sus gobernantes. Nuestros legisladores no aprendieron de casos de éxito en América Latina. Por ejemplo, durante el mismo periodo de expansión económica (2001-2007) el presidente de Chile Ricardo Lagos acumuló todos los excedentes provenientes de la venta de cobre, los cuales están siendo ocupados ahora para que este país no recorte sus programas sociales; es todo un caso de éxito que México debió imitar.


Mientras tanto, una vez más los pobres y la clase media pagaremos los platos rotos de la clase poderosa. Una vez más nos haremos responsables de sus errores, mientras ellos siguen ganando lo mismo (o incluso más, como los partidos políticos). Ahora entiendo lo que es JUSTICIA…. quitarle al pobre lo que el rico le puede robar.

-Sandra Cancino Fuentes