México tiene un cáncer que se expande rápidamente en relación con el incremento del desempleo. Esta enfermedad es causada por la desilusión de los jóvenes en cuanto a las oportunidades laborales del país, y a pesar de que no es algo nuevo, aún es una enfermedad de la cual pocos mexicanos tienen conocimiento.
Los “ninis” es como se le llama a esta nueva generación en deterioro, en desilusión, sin educación, sin trabajo, y sin motivación alguna hacia el progreso ni a la superación de sí mismos.
La plaga de los “ninis“ está surgiendo y creciendo en todos los rincones de la nación, desde los pueblos hasta las ciudades, desde las zonas rurales hasta las urbanas, desde el barrio más pobre hasta la colonia más “nice”. Esta generación ya es parte de lo cotidiano y probablemente hay uno más cerca de lo que puede esperar. Los “ninis“ son jóvenes que Ni estudian Ni trabajan; no tienen ninguna actividad productiva en sus vidas. Se la pasan vagando por la calles buscando qué hacer, alguna forma fácil y rápida de conseguir dinero, cometer algún daño o hasta un delito, ya que todo les da igual en sus vidas sin frutos.
Dicen que son la generación que ha reemplazado a los “emos“, pero esta nueva juventud no sólo está compuesta de gente que está en depresión con sus propias vidas, sino está basada en el fracaso y la falta de oportunidades y es compuesta por el supuesto futuro económico y laboral de México.
La presa fácil del narcotráfico y las reservas del crimen organizado son apodos que han adquirido entre la gente. Estas dos opciones parecen ser su único escape para obtener dinero ya que no poseen ninguna cualidad laboral y es tras este método así como la adquisición de cualquier tipo de empleo informal su única manera de sobrevivir en este mundo cruel. Hoy por hoy, el narcotráfico sigue siendo la quinta industria que más jóvenes emplea.
Unos ni siquiera lo intentaron, otros han tratado y fracasado, otros siguen buscando y carecen de suerte, pero lo peor de todo es que ni uno esta feliz y lo único que poseen es la misma desilusión y rabia hacia México.
Hay 7 millones de “ninis“ regados a lo largo de la república Mexicana, de los cuales 350 mil optaron por el suicidio entre el 2009 y 2010. El gobierno no brinda suficiente apoyo en educación; está comprobado que las instalaciones que ofrece no tienen capacidad para más estudiantes. Cada año las escuelas públicas mexicanas rechazan a 300 mil estudiantes de la escuela superior. Si la gente que quiere estudiar no puede ya que no logra entrar a la preparatoria, ¿cuál será el futuro de aquellos otros que necesitan un empujoncito de motivación para estudiar? Si de por sí está difícil conseguir algún trabajo con un buen salario con todo y estudios profesionales, entonces, ¿qué va a ser de la gente que no logra obtenerlos?
Más “ninis“ seguirán apareciendo y la violencia y la inseguridad aumentarán consecuentemente si no nos ayudamos mutuamente como mexicanos, en vez de seguir esperando a ver cuándo el gobierno mexicano decide hacer algo para ayudar a esta generación perdida y olvidada.
Los “ninis“ necesitan de nosotros, de emprendedores que ofrezcan proyectos empresariales o laborales en dónde ocuparlos. Si de algo estoy seguro, es que no podemos seguir esperando a que la solución venga del gobierno.
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