Por Juan Enrique Magaña
Pronto llegará el 2010, el año el que se cumple el bicentenario del inicio del movimiento de independencia y del centenario de la guerra de revolución. Un momento histórico único que se enmarcará de celebraciones en todo el país en donde podremos reflexionar sobre los principales logros que hemos tenido pero sobretodo de los retos que hemos de cumplir en los próximos años.
Sabemos que México es un país líder en América Latina por los niveles de producción que superan a la gran mayoría de las naciones de la región, además de contar con uno de los territorios más grandes y una población de más de 100 millones de personas. Sin embargo, si nos comparamos con los países desarrollados vemos que aún quedan muchos retos por cumplir, encaminados a mejorar la calidad de vida de nuestros habitantes. El reto es aún más grande, pues en los próximos 20 años México contará con la mayor parte de su población en edad productiva; en unos 30 años esa etapa habrá pasado y esa ventaja de contar con una masa productiva mayoritaria se convertirá en el problema de dar servicios de salud y de pensión a esas personas que ya estarán iniciando la tercera edad.
¿Cuáles son entonces los retos más importantes de México?
1. La educación. Nuestro país no podrá salir adelante hasta que sea una sociedad capacitada y educada que pueda generar bienes o servicios con alto valor agregado. Mientras sigamos dependiendo de la producción de materias primas y mientras sigamos importando tecnología no podremos considerarnos un país desarrollado. La educación es un elemento INDISPENSABLE para llegar a ese nivel de desarrollo; desgraciadamente hoy en día cerca del 70% de nuestros estudiantes no obtienen el puntaje mínimo en la prueba ENLACE que los acredita con habilidades mínimas de análisis matemático y comprensión verbal por lo que no están a niveles competitivos internacionales.
2. Reforma fiscal, energética y laboral. México vivirá en 2010 con el peor déficit fiscal de los últimos treinta años, y esto en parte se debe al pésimo sistema de recaudación de impuestos que tenemos. Mientras no tengamos la casa ordenada con un respetable sistema de recaudación seguiremos viendo pasar en el Congreso propuestas sobre incrementos de impuestos.
De igual forma, necesitamos una reforma energética que implemente procesos más eficientes para la extracción de petróleo, que garantice que nuestro país pueda dar valor agregado al crudo transformándolo en combustibles, y que además se cree toda una cadena productiva en la que se beneficien las decenas de industrias que dependen de este insumo. Además se necesita hacer que el sector de la industria eléctrica no sea tan ineficiente ni genere tantas pérdidas; la eliminación de Luz y Fuerza del Centro fue apenas el primer paso.
También necesitamos una reforma laboral, pues en México los sindicatos ejercen presión a los sectores productivos y no los dejan contratar a los mejores y eliminar a los corruptos. Son muchas las prestaciones que se les da a los trabajadores protegidos por los sindicatos e incluso conservan su trabajo aunque sean pésimos en lo que hacen.
3. Necesitamos gobernantes de calidad. Los diputados y senadores del Congreso de la Unión, así como algunos gobernadores, son una burla para el país. Es increíble que gente de ese nivel pueda estar al frente de 108 millones de personas. No pueden generar acuerdos pues cada vez que no le hacen caso a una facción política ésta toma la tribuna del Congreso. Además son pésimos gobernantes con un estilo de vida llena de despilfarros, a quienes se les ha visto borrachos, endeudándose en Las Vegas, o incluso con mujeres de dudosa reputación.
4. Una sociedad menos paternalista. Aunque no cuesta admitirlo, gran parte del problema de México es que la gran mayoría de la población espera que las respuesta vengan de afuera, en especial del gobierno. He vivido en el Distrito Federal toda mi vida y me duele mucho ver todos los días gente conformista cuya ambición máxima en la vida es molestar al otro, comprar una casa pequeña y vivir sin trabajar. ¡Qué vida! Ojalá tuviéramos mexicanos con ambiciones, con el deseo de educarse y hacer algo por su sociedad. Créelo o no, gente con ambiciones es escasa, muy escasa.
5. Necesitamos un proyecto de nación. México tira piedras por todos lados, sin elegir un área en el plano internacional en la que se comprometa a ser el líder. No especializamos a nuestros profesionistas en ningún área en particular, y de hecho no existe una industria en la que seamos realmente buenos. Tampoco hemos especializado nuestras regiones, ni hemos creado ciudades que sean líderes en un área en particular en el mundo.Existen muchos otros retos que México debe cumplir, pero considero que los cinco anteriores son los más relevantes para potenciar el crecimiento económico. Si lográramos sentar las bases para cumplir esos objetivos en lo que queda de este sexenio y en el siguiente, México podría tomar por los cuernos al gran toro de la globalización que nos dará con toda su fuerza en las próximas tres décadas.
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